Sin problemas

 


(Santo Trafficante, que heredó este oxímoron de nombre y los "negocios" de su progenitor, en el bar San Souci. La Habana, Cuba, 1955)

—Santo Trafficante, un apellido apropiado para un gánster...

—¡Ay, cará!, ¡otra vez ese matraquilleo, chico! Ya te he dicho que eran «hombres de negocios» que invirtieron en casinos y clubes —dijo doña Gloria, encendida.

(Alberto Anastasia, izquierda, sale con su abogado de la corte federal en 1955)

(En la mañana del 25 de octubre de 1957, Anastasia ingresó a la peluquería del hotel Park Sheraton. Mientras Anastasia se relajaba en la silla de barbero, dos hombres, con bufandas cubriendo sus rostros, entraron corriendo, apartaron al barbero y dispararon contra Anastasia. Después de la primera andanada de balas, Anastasia se abalanzó sobre los reflejos de los pistoleros en el espejo de la peluquería. Los asesinos continuaron disparando hasta que cayó muerto)

Un hecho aparentemente inconexo, la muerte del facineroso Albert Anastasia en una barbería de Nueva York en 1957, vino a despertar a algunos de ese espejismo. ¿Por qué algo tan lejano y cinematográfico mereció las portadas de los periódicos cubanos? Porque Santo Trafficante había estado cenando con él dos días antes y, al lado de la foto del cadáver de Anastasia, tendido entre los sillones de la barbería, aparecía su rostro de mirada indolente y gafas de intelectual, como un Truman Capote masculino. La noticia relacionaba sin elusiones la cara más dramática del hampa neoyorquina y un «empresario de casinos» de La Habana. Algún titular se atrevió a hacer una pregunta que hoy resulta naíf: «¿Operan los gánsteres americanos en Cuba?».

(Duke Ellington y James Stewart tocando Happy anatomy en una escena de la película Anatomy of a murder, 1959, de Otto Preminger)

Doña Gloria se levantó de la mesa, se acercó a un buró, abrió un cajón y sacó una carpeta llena de recortes de periódicos que recogían aquella historia. Tras entregársela a Atamante y decirle que los guardaba su marido, se sentó en la banqueta del piano. Empezó a tocar de nuevo música de Duke Ellington. Mostrando un sentido de humor macabro, eligió la pieza que compuso para la película Anatomía de un asesinato, que tocan a cuatro manos el propio Duke y su protagonista, James Stewart: Happy anatomy.

(Número musical Razzle dazzle de la película Chicago, musical estadounidense dirigido por Rob Marshall, estrenada en 2002 y protagonizada por Catherine Zeta-Jones, Renée Zellweger y Richard Gere)

Doña Gloria, sin levantarse del piano, dijo que eran habladurías y ahondó en la defensa a ultranza de la presencia en Cuba de esa gente. Argumentó que el juego había adquirido mala reputación porque los clubes subcontrataban sus salas de juego a gente sin escrúpulos que recurría a una estafa conocida como razzle-dazzle

—Ganar en ese juego tiene menos probabilidades que sacar aceite a un ladrillo, deslumbran al jugador haciéndole creer que van a lograrlo y acaban desplumándolo.


(Nixon y Batista en 1955, cuando visitó a Batista como vicepresidente con Eisenhower. A finales de 1952 había realizado su segundo viaje a Cuba, en aquella ocasión como senador, junto al abogado californiano Dana C. Smith , a quien desplumaron en el casino del Sans Souci apostando en el razzle-dazzle, un juego de dados donde es matemáticamente imposible ganar)

Se toparon con un asesor del entonces senador Nixon, que jugó en una de esas mesas y perdió cuatro mil dólares.

—¡Eso es una burrada! —Abrió los ojos exageradamente. 

—¡Eran tremendos tigres  esos marañeros!

—¿Cómo alguien de ese nivel se dejó estafar así?

—Se quedaría encandilado viendo las mulatas semidesnudas del Sans Souci, bailando los «ritmos desenfrenados de la jungla» que creó Rodney. 

(Meyer Lansky en 1958.Fotografía de Al Ravenna, de World Telegram. Biblioteca del Congreso)
(Paul Rica, Salvatore Agoglia, Lucky Luciano, Meyer Lansky, John Senna y Harry Brown en 1932. Biblioteca del Congreso)

Desde el Diario de la Marina, explicó, se levantaron voces para pedir medidas que limpiaran el juego de tramposos, salvo que Cuba quisiera ser «un ábside en el templo de la corrupción mundial», escribió un columnista. ¿A quién encargó Batista aquella limpieza? A Meyer Lansky.

—La mafia siguió el lema de la Real Academia Española: Limpia, fija y da esplendor. —Su sonrisa maliciosa duró lo que tardó en ver el semblante de doña Gloria.


(Durante la Ley Seca, se permitía que los médicos prescribieran alcohol como solución para ciertas dolencias. Se calcula que en los 14 años de la Ley Seca, se expidieron 6 millones de recetas médicas de alcohol) 

La ley seca consideró excepciones en el caso de los médicos, que recetaban la ingestión de alcohol como tratamiento terapéutico en situaciones muy específicas o el uso religioso de vino para el rito cristiano de la eucaristía y los rituales judíos del sabbat.


(Agentes federales vertiendo el alcohol de contrabando requisado durante los años de la Ley Seca)

(Torre de barriles de alcohol preparados para quemar, 1929)

La ley seca o "Prohibición" de vender bebidas alcohólicas entró en vigor en Estados Unidos, mediante la Enmienda XVIII a la Constitución, el 17 de enero de 1920 y duró hasta el 6 de diciembre de 1933, fecha en la que fue derogada por la Enmienda XXI.

(Al Capone en 1930, en la oficina de detectives de Chicago )

La persistencia de la demanda de bebidas alcohólicas estimuló la producción, importación y venta de licores de forma clandestina, cuyos precios se dispararon en el mercado negro, provocando un aumento considerable de los beneficios del crimen organizado. Un buen ejemplo de esto fue Al Capone, cuyo imperio abarcaba cervecerías, destilerías, tabernas clandestinas, almacenes, flotas de barcos y camiones, night clubs, casas de juego, hipódromos y canódromos, burdeles, sindicatos de trabajadores y asociaciones comerciales e industriales.

(Al Capone en el jardín de la cervecería La Tropical en Marianao, 1928)

Alphonse Gabriel Capone (Brooklyn, Nueva York, 1899 - Miami Beach, Florida, 1947), más conocido como Al Capone o Al Cara cortada Capone, visitó La Habana en 1928 para supervisar la compra de alcohol y asegurar que sus embarques de contrabando hacia Estados Unidos estuvieran debidamente protegidos. A partir de ese momento, los guardacostas persiguieron implacablemente a los piratas que asediaban a los barcos mercantes, dejando vía libre a los buques que transportaban la mercancía de Capone.

(Rafael Guas Inclán y su hijo Rafael exiliados en Miami, 1959. Dos años más tarde, otro hijo, Carlos, murió en el intento de invasión de la bahía de Cochinos)

Aquel viaje demostró, por un lado, la importancia del puerto de La Habana en los planes de la mafia para enriquecerse durante la Prohibición y, por otro, que los contactos que mantenía con políticos y empresarios relevantes de Cuba no eran recientes. Una de las relaciones que el famoso gánster de Chicago cuidó más fue la de Rafael Guas Inclán, entonces presidente de la Cámara de Representantes y más tarde vicepresidente de la República de 1955 a 1958 con Batista. En aquella ocasión Capone le regaló un reloj Patek Philippe, idéntico al que él mismo se compró para él mismo en la joyería más lujosa de la calle Obispo.

(La socorrida petaca oculta para saltarse la ley)
Numerosos ciudadanos compraron licor masivamente semanas antes de que la ley seca entrase en vigor, para cubrir el consumo propio. La petaca se convirtió en un complemento indispensable para beber con, y a, discreción.

(Carrie A. Nation con una biblia, su hacha y un lazo blanco en el cuello, emblema del movimiento por la templanza, la WCTU, que influyó para que en los estados de la Unión se adoptara una legislación antialcohólica. Carrie, cuyo marido murió alcoholizado, no esperó a la ley y se dedicó a arrasar los salones con su  hacha)
(Muelle de luz del puerto de La Habana en las primeras décadas del siglo XX)

El Caribe era una ruta fundamental para los envíos de ron, y en el puerto de La Habana se realizaba la mayor parte de su estiba; el juego estaba presente, pero solo había dos locales: el hipódromo y el Gran Casino Nacional. Lansky fue el primero en ver el potencial de la isla, donde el juego sustituiría los beneficios de la venta ilegal de alcohol en cuanto finalizara la «prohibición». 


(Portada de la revista Time con un retrato de Gerardo Machado "Dictador de Cuba", 15 de mayo de 1933, tres meses antes de la revolución que lo derrocó, con un artículo de fondo hablando de la situación en Cuba)

(Imágenes de los saqueos en las calles de La Habana tras el triunfo de la revolución y la salida de Machado del país)

La agitación política antes y después de Machado era constante. La oleada de represalias contra los machadistas fue sangrienta. Hubo saqueos, secuestros, torturas, asesinatos y ejecuciones en plazas públicas, aparecían cadáveres ahorcados en las farolas o tirados por las cunetas. 

—Los saqueos no eran obra de la chusma, sino de gente adinerada que iba en busca de echarpes, mantillas o estolas de visón que habían visto llevar a las dueñas de las casas. ¡Vergonzoso!


(Lucky Luciano en La Habana, entre octubre de 1946 y marzo de 1947)

—Otra razón del retraso se debió a que un fiscal de distrito de Nueva York consiguió que juzgaran y declararan culpable a Lucky Luciano de prostitución forzosa. 

Llevaba unos años encarcelado cuando le llegó una insólita proposición de la Marina estadounidense. Desde que entraron en la Segunda Guerra Mundial, sus barcos estaban siendo diezmados en alta mar por submarinos alemanes y saboteados en los puertos por sus espías. Luciano aceptó cooperar y sus hombres informaron de los movimientos sospechosos en los muelles. Pronto llegaron las detenciones y se redujeron drásticamente los estragos. El fiscal concedió a Luciano la «conmutación especial de la sentencia» con la condición de ser deportado a Italia. No aguantó demasiado tiempo alejado de sus negocios, y a los pocos meses viajó a Cuba, donde llevó una vida relajada, cuidando sus relaciones con los políticos cubanos tanto como las flores del jardín de su mansión de Miramar.

(Frank Sinatra junto a los mafiosos norteamericanos Joe y Rocco Fischetti en el bar Sloppy Joe's de La Habana, febrero de 1947. Unos meses antes había actuado por sorpresa durante la Conferencia de La Habana de los líderes de la mafia: "Canté, como sólo puedo hacerlo cuando estoy entre amigos, hasta que la voz no me dio para más… hasta enronquecer”)

De nuevo, doña Gloria fue al buró y sacó una nueva carpeta. Los recortes de periódicos eran americanos; se hacían eco de la estancia de Sinatra en La Habana, acompañando a Lucky Luciano; hablaban de una orgía celebrada en el hotel Nacional, en la que participaron, además, los hermanos Fischetti, de la banda de Al Capone, y un hermano de este, Ralph. También se encontraban algunos documentos del FBI constatando los hechos.

(Tete Montoliu tocando una versión genial de "In A Sentimental Mood" en el programa Jazz entre amigos de RTVE, dirigido y presentado por Juan Claudio Cifuentes, julio de 1985)

En ese momento, doña Gloria volvió a levantarse para ir a sentarse al piano. Comenzó a cantar suavemente: «In a sentimental mood, I can see the stars come thru my room».  La intriga de antes se convirtió en zozobra. No sabía si doña Gloria se había vuelto loca o la mezcla de ron y espumoso le estaba afectando de igual modo que a él. El caso es que tocaba y cantaba con delicadeza. ¿Sería él quien estaba perdiendo el juicio?


© Todos los derechos reservados (El templete de las musas)


Comentarios

Entradas populares de este blog

Club21

La fuente de las musas I