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Mostrando entradas de enero, 2022

Abriendo zanjas oscuras

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  Diferentes especies de hormigas Atta (sobre todo Atta cephalotes, Atta laevigata y Atta mexicana) se consumen en varios países de Latinoamérica, especialmente entre algunos pueblos indígenas de América, quienes las consideran un manjar.  Atta es un género de hormigas que, junto con Acromyrmex conforman las atinas (Attini) cortadoras de hojas. Son hormigas grandes, cuyas reinas pueden alcanzar más de 2 cm de longitud. Pertenecen a este género cuarenta y una especies, distribuidas por América, desde cabo de hornos hasta el norte de México y sur de Estados Unidos. —Secundino, ¡no quiero que nadie me vuelva a llamar Ata! —¡A ver, qué es esta llorera por un simple nombre! —intentó tranquilizarle—. Cuéntame qué te ha pasado. —El profesor de ciencias naturales ha hablado de las hormigas «atta», con dos tes. —¿Y eso qué tiene de grave, si puede saberse? —Pues que a esas hormigas las llaman culonas. —Atamante, después de varios hipidos, continuó—: Toda la clase se ha vuelto hacia mí, gritando

Una infancia fugaz

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  Chicas de servicio en los años 50 Aquel despertar le sobrevino en un lugar insospechado. Durante un almuerzo, una chica de servicio que atendía la mesa presentando la fuente del plato principal, al llegarle el turno a Atamante, se agachó más de la cuenta con la intención de facilitarle la tarea, de suerte que su pecho le rozó fortuitamente. Atamante quedó paralizado, le invadió un cosquilleo eléctrico que le recorrió el cuerpo oblicuamente, desde su hombro izquierdo hasta el pie derecho. © Todos los derechos reservados (#eltempletedelasmusas) Emilio Salgari (Verona, 1862-Turín, 1911), escritor, marino y periodista italiano. Escribió novelas de aventuras ambientadas en los más variados lugares —como Malasia, el océano Pacífico, el mar de las Antillas, la selva india, el desierto y la selva de África, el oeste norteamericano, las selvas de Australia o los mares árticos—. Dos de sus más conocidos personajes fueron el pirata Sandokán y el Corsario Negro, que alimentaron la imaginación de