Amores titimaníacos

 

(Cartel de la película Tamango, de John Berry, 1958, basada en una historia de Prosper Mérimée; protagonizada por Dorothy Dandridge, Curd Jürgens y Alex Cressan) 

Desde que la anunciaron, don Aurelio y Atamante no dejaban de hablar de ello. El día del estreno fueron los primeros en comprar las entradas. El cine Princesa no estaba lleno, pues era sesión nocturna. A medida que transcurría la acción, le invadieron a Atamante dos sentimientos contradictorios: por un lado, la presencia de Dorothy Dandridge le resultaba adictiva; por otro, conociendo el cuento de Mérimée, creyó estar viendo otra película. Cuando finalizó, mostró su perplejidad a su padre, y este le respondió indignado:

—No es la primera vez que los guionistas se toman tales licencias, sin embargo, esto más que una adaptación es una adulteración.

—Podrían haberla titulado de cualquier forma, excepto Tamango.

(Capitán Ledoux. Ilustración de Luis Labarta, del libro Cuentos y novelas de Próspero Merimée, biblioteca de la ilustración ibérica, finales del siglo XIX)

(Escena de la película Tamango, con Dorothy Dandridge y Curd Jürgens)

—Al capitán Ledoux, un francés que tenía una mano amputada por una herida recibida en Trafalgar, lo han convertido en un holandés a quien no le falta ningún miembro —añadió Atamante.

—¿Lo dices porque Ayché es su amante? —dijo el padre, echándole una mirada cómplice y, a la vez, reprobatoria.
(Tamango. Ilustración de Luis Labarta, del libro Cuentos y novelas de Próspero Merimée, biblioteca de la ilustración ibérica, finales del siglo XIX)

—¿Y qué me dices de Tamango?, ¿no es más cruel perder a su mujer y acabar en Jamaica de «platillos» en la banda de música del ejército británico, bebiendo aguardiente hasta que una pulmonía se lo lleva por delante? —don Aurelio cambió a un tono socarrón y apuntó—: ¡Morir de pulmonía no es nada cinematográfico!

(Dorothy Dandridge en una escena de Tamango, 1958)

—¡Dorothy Dandridge es bellísima! Voy a soñar muchas noches con ella —confesó Atamante.

—¡No me hagas reír, Ata! ¡Qué habría sido de ti si hubieran mantenido el guion original! —a don Aurelio le divirtió aquella confidencia. 

—¿Por qué dices eso, papá?

—Porque contenía una escena en la que nadaba desnuda y el resto se la habría pasado en bikini si no hubiera amenazado con retirarse del rodaje.
 
—¿En bikini? —Entornó los ojos teatralmente—. Si hubiera sido así, no dormiría.


(Sophisticated Lady, de Duke Ellington, tocado por Thelonious Monk en la Berliner Jazztage, 1969. https://www.youtube.com/watch?v=wgtmtCkPtD0

Aquella noche la había llevado a cenar al hotel Nacional. Desde que sufrió el trance inducido por la voz de Freddy, evitaba estar expuesto a los milagros que sucedían en su casa. Después la acompañó a su apartamento. Los vasitos de ron estaban preparados sobre la mesa, ella los llenó y se llevó el suyo hasta el piano. Comenzó a tocar Sophisticated Lady, de Duke Ellington. 


(Fotos de Dorothy Dandridge tomadas durante las dos semanas que estuvo actuando en el Club Sans Souci de La Habana en 1955)

—Usted mencionó un día que Dorothy Dandridge estaba actuando en un club la noche que Cabrera Infante entrevistó a Brando y luego se fueron de rumba.

—La Dandridge venía a actuar con frecuencia al Sans Souci, la competencia más fuerte del Tropicana. Guillermito le hizo un par de entrevistas. ¿De dónde te viene a ti ese interés?

—Por su papel de esclava en Tamango. Su imagen perturbó mi adolescencia.

—¡Cará! ¡Cómo tú vas a tener obsesión por una negra! —Doña Gloria no pudo contenerse...

(Cartel de la película Carmen Jones de 1954, protagonizada por Dorothy Dandridge y Harry Belafonte, producida y dirigida por Otto Preminger. El guión está basado en el musical de Brodway de 1943 del mismo nombre, con música de la ópera Carmen de 1875 de Georges Bizet. La ópera, a su vez, fue una adaptación de la novela Carmen de Prosper Mérimée de 1845, realizada por Henri Meilhac y Ludovic Halévy)

Luego se calmó y añadió con displicencia—: De todas formas, me gustó más su actuación en la versión negra de la ópera Carmen.

Dos historias de Mérimée pasadas por el tamiz de la industria del cine. Carmen sufrió antes los antojos de los libretistas de Bizet y de Broadway. Atamante hizo un gesto de hartazgo interpretable, bien contra Hollywood, bien frente al racismo de doña Gloria.

—Al menos Carmen Jones mantuvo el carácter indómito y la belleza implacable de la protagonista —se atrevió a decir Atamante.

(Escena de la película Carmen Jones, 1954)

(Tráiler de la película Carmen Jones)

—¿De verdad tú crees que esa película respetó la esencia del drama? Ven acá, chico. Para empezar, la acción transcurre en el sur de Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial; los soldados son yanquis y manejan jeeps; ella fabrica paracaídas en vez de tabaco y se encapricha de un boxeador en lugar de un torero.

(Dorothy Dandridge y Pearl Bailey en la escena del combate de boxeo)

Desconcertado por el rumbo que estaba tomando la conversación, optó por cambiar de enfoque, afrontando la cuestión racial de la película, y le pidió su opinión sobre el hecho de que los actores y extras fueran negros y si eso era un modo de discriminación.

—Esa pregunta se la hizo Guillermito a la actriz. ¿Qué tú crees que contestó? Se quejó de que hubiera exclusivamente blancos detrás de las cámaras. —De un gesto seductor pasó a una mueca adusta.

(Segundo combate entre Muhammad Ali y Sonny Liston por el título mundial, Lewiston, Maine, 25 de mayo de 1965. A mitad del primer asalto, Liston cayó a la lona, por un derechazo que algunos han calificado como golpe fantasma)

—La Dandridge se refirió a la escena de boxeo en la que no hay ningún blanco entre el público, dijo que parecía que estuvieran en un país africano.

—No le faltaba razón: era absurdo e irreal. Viendo las peleas de Cassius Clay, o Muhammad Ali, como se hace llamar ahora, el público en su inmensa mayoría es blanco.


(Carmen Sevilla interpreta "Carmen de España" en la película "Requiebro" (1955), film dirigido por Carlos Schlieper; pasodoble estrenado por Juanita Reina, obra de Quintero / León / Quiroga)

—Al franquismo no le gustaba esa imagen licenciosa de Carmen, de manera que en la posguerra, Quintero, León y Quiroga, los compositores que han llenado la radio de coplas, escribieron Carmen de España, reivindicando una bien distinta a la de Mérimée, cigarrera, sevillana, manola, valiente, que vestía bata de cola, «pero cristiana y decente».

—¡Le ronca el merequetén! —doña Gloria se rio—. ¡Eso sí es de guajiro ñongo! 

(Dorothy Dandridge llegando la 27ª ceremonia de entrega de los premios Óscar, que se celebró el 30 de marzo de 1955 en el RKO Pantages Theatre de Hollywood)

—La Dandridge aborrecía mostrarse sensual en privado y solía decir una frase parecida a la de esa copla: «Yo no soy la Carmen de la pantalla» —doña Gloria suspiró y dijo—: ¡Negra, pero decente!

—Una mujer muy decente —Atamante enfatizó «mujer» como una leve queja ante su racismo—. Aquel papel la convirtió en la primera actriz negra nominada.


(Hattie McDaniel, que en la ceremonia de 1940 ganó el Óscar a la mejor actriz de reparto por su personaje de Mammy en Lo que el viento se llevó) 

—¡Ya obtuvo un premio Óscar la que hizo de sirvienta en Lo que el viento se llevó! —dijo con aspereza doña Gloria—. Aunque no tuvo mérito, su abuela había sido esclava.


(Marlon Brando recibe el premio al Mejor Actor por On the Waterfront en la 27ª entrega anual de los Premios de la Academia. Bette Davis presenta el premio. Canal de los Oscars de youtube)

Hasta ese día, doña Gloria había dejado traslucir su racismo de una manera menos agresiva, por lo que Atamante estaba convencido de que algo reciente le habría pasado. Además, comenzaba a sentir un placer oculto en mortificar a doña Gloria e insistió:

—¡La gran noche de Brando! Ganó un Óscar por On the Waterfront, ¡y le dio un beso a Dorothy! —Atamante entornó los ojos y suspiró con resignación cinematográfica.

(En la ceremonia de los Oscar de 1955, Dandridge presentó el Premio de la Academia a la mejor Edición de Cine, que ganó el editor de On the Waterfront, Gene Milford)



(La "delegación de Hollywood", encabezada por Charlton Heston y Julie y Harry Belafonte, Marlon Brando, James Garner, Diahann Carroll y un Paul Newman barbudo,  cruzando los jardines que dan acceso al Lincoln Memorial. Marcha de Washington de 1963. Fotografía: Dan Budnik)
(Reportaje sobre la llegada de las celebridades de Hollywood a la marcha de Washington de 1963)

—¿Por qué tú crees que no le dieron el Óscar?, ¿por racismo? —doña Gloria pasó a la ofensiva, dando otro trago de ron.

—No lo creo —la respuesta de Atamante llegó una vez recuperado el aliento—. La gente del cine suele apoyar los movimientos antisegregacionistas.


(Grace Kelly gana el premio a la mejor actriz por The Country Girl en los 27th Academy Awards. William Holden presenta el premio)

—And the Oscar went to… —imitó el acento americano doña Gloria.

Atamante reprodujo la proverbial pausa para alargar el suspense:

—¡Grace Kelly! 

Hubo un silencio escalofriante en el momento en el que William Holden leyó el nombre de la ganadora.

—Nadie lo esperaba. El mérito de Grace Kelly fue encarnar un papel sin glamour siendo la actriz más elegante de Hollywood.


(Vídeo de Dorothy Dandridge cantando en Velvet Night club 1953)

—Hay una gran diferencia entre los cantantes que actúan y los actores que cantan. Dorothy Dandridge, aunque no tenía una poderosa voz, era buena intérprete —doña Gloria volvía a sus contradicciones—. Tuve la suerte de escucharla en el Sans Souci, convertía cada canción en pequeñas obras de teatro, creando distintos estados de ánimo.

Ambos se quedaron perplejos. Doña Gloria porque había dejado escapar esas muestras de admiración. Atamante porque volvió a comprobar cómo variaba su actitud en cuanto hablaba de música y porque se refirió a la estrella en pasado.

(Noticia de Los Angeles Times de la muerte de Dorothy Dandridge, 9 de sept. de 1965) 

—¿No sabías que ha muerto hace poco?

—Me deja usted de una pieza. Si tendría cuarenta y pico años. ¿Qué le pasó?

—No está claro si fue un suicidio o un fatal accidente. Hay quien habla de sobredosis con algún antidepresivo, otros de una embolia.


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