El Gato Tuerto III

 



Leonardo Acosta (La Habana, 1933-Ibidem, 2016). Investigador, escritor, periodista, ensayista, saxofonista y musicólogo cubano, distinguido con el Premio Nacional de Literatura (en 2007) y el Premio Nacional de Música (en 2014), en ambos casos por su carrera. Trabajó como saxofonista en varias orquestas y en formaciones propias. 

Leonardo Acosta en la Banda Gigante de Benny Moré, año 1956.
En el club Las Vegas: Walfredo de los Reyes (batería), Pedro Chao (saxo tenor), Cachaito López (contrabajo), Frank Emilio Flynn (piano) y Leonardo Acosta (saxo alto).  La Habana, 1955. Primer intento de hacer un  Club Cubano de Jazz.

Count Basie, 1955

Charlie Parker, Chet Baker y Helen Karr, 1952
Miles Davis y Stan Getz, 1951

Tommy Potter, Stan Getz y Al Haig, Birdland 1949

Tommy Potter, Charlie Parker, Dizzy Gillespie y John Coltrane en 
Birdland, 1950.

En 1955 viajó a Nueva York y allí durante tres meses escuchó las bandas de Count Basie, Stan Kenton, Woody Hermann, Dizzy Gillespie, Chet Baker, Oscar Pettiford, Stan Getz y Miles Davis, entre otros.

En 1958, junto a un grupo de músicos y amantes del jazz. organizó el Club Cubano de Jazz.


Como musicólogo, su obra más destacada fue "Un siglo de jazz en Cuba", traducido al inglés con el título Cubano Be, Cubano Bop: One Hundred Years of Jazz in Cuba, con prólogo de Paquito D’Rivera.

Por suerte, advirtió la presencia de Leonardo Acosta, un amigo músico, tan extremadamente blanco y delgado que parecía que insuflara a su saxo no solo el aire de sus pulmones, sino parte de su anatomía, y le invitó a sentarse con ellos. Atamante se fijó en el rostro de Leonardo, le pareció que sus fosas nasales formaban dos grandes notas negras y que la hendidura entre el labio superior y la nariz era singularmente estrecha; señal, pensó, recordando el cuento de hadas que menciona Bogart en Key Largo, de que el ángel que le puso el dedo allí no selló del todo su sabiduría.

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Julio Cortázar tocando la trompeta, 1967

Cortázar en el malecón de La Habana, 1966.

Maggie Prior en los 60. "La la única cantante, además de Delia Bravo, que se mantuvo durante más de treinta años dedicada al jazz”, en palabras de Leonardo Acosta. Nacida en Santiago de Cuba en 1942, pronto viajó a La Habana. Con el cuarteto Los Modernistas de Gilberto Valdés, inició su carrera sobre el escenario del casino del Hotel Deauville, a finales de los años 50. 

Maggie Prior cantando en el Salón Rojo del Hotel Capri, a comienzo de los 60, Maggie era asidua de los clubs de cercanos a La Rampa, como el club 21, pero también de El Gato Tuerto y del cabaret del hotel Capri.

Poster del show «La Caperucita se divierte» en el Cabaret Capri. En el cartel se puede ver su nombre junto al de Juana Bacallao y el cuarteto de Memé Solis. 
A partir de la segunda mitad de los 60,  Maggie Prior se une al movimiento de la Canción Protesta. Maggie Prior y Sergio Vitier. Conciertos de la Canción Protesta. Casa de las Américas. 1967.

Martín Rojas, Eduardo Ramos, Omara Portuondo, Sergio Vitier y Maggie Prior en conciertos de la Canción Protesta. Casa de las Américas. 1967.

En la foto, Maggie (izq.), junto a Marta Valdés, Pablo Milanés, Olga Flora Fábregas y Noel Nicola en Casa de las Américas, 1968.

Con el escritor Dino Carrera en 1973.
Con la Ofensiva Revolucionaria (1968) se cerró El gato tuerto y los clubs de jazz, además de los pequeños comercios. Esto, unido a la estigmatización del jazz como música imperialista, hizo que Maggie tanteara otros terrenos, como el teatro y la música popular, sufriendo un declive personal y artístico. 

Maggie Prior junto al cantante Rolo Martínez y el músico Bobby Carcassés en Cienfuegos (años 60). Aunque su amigo Bobby Carcassés creó en 1979 el Festival Jazz Plaza, no hubo mucho espacio para los cantantes de jazz y Maggie actuó en esporádicas ocasiones durante los 80. Murió después de sufrir varios ictus en 1992.   (Más información en: http://www.desmemoriados.com/bewitched-buscando-maggie-prior)

—Este lugar es el preferido de Julio Cortázar —Acosta inició la conversación, tras las presentaciones—. Venía casi todas las noches mientras estuvo de jurado en el premio Casa de las Américas hace un par de años y, desde entonces, siempre que hace una escapada a La Habana, como en estos días. No será raro encontrarlo luego por aquí. Cortázar es un fanático del jazz y un trompetista aceptable. En aquella ocasión le organizamos Maggie y yo una descarga en la clínica veterinaria del doctor Caíñas.

—¿Maggie Prior? —exclamó Eliana—. Me fascina su elegancia interpretando My Funny Valentine y Embraceable You, y su forma de cantar filin.

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En 1926 una actuación de The Chocolate Kiddies en Leningrado causó un gran escándalo, debido al supuesto desafío de la música ante los valores morales y familiares que el estalinismo empezaba a impulsar. 
Dmitri Shostakóvich en 1925.
Para Shostakovich, sin embargo, fue una revelación y su música estaría influenciada por el jazz.

Anuncio de la revista el Mirador (20 de junio de 1929) presentando a Wooding y sus Chocolat (sic) Kiddies en Barcelona.
En 1929, Sam Wooding y sus "Chocolate Kiddies" actuaron en Madrid, San Sebastián y Barcelona, ciudad esta en la que grabaron un disco.
Foto de 1925 de Sam Wooding y su orquesta. Sentados, de izquierda a derecha: Tommy Ladnier (trompeta), John Warren (tuba) (detrás), Sam Wooding (piano / líder), Willie Lewis (lengüetas), George Howe (1892-1936) (batería). De pie, de izquierda a derecha: Herb Flemming (trombón), Eugene Sedric (cañas), Johnny Mitchell (banjo), Bobby Martin (trompeta), Garvin Bushell (cañas), Maceo Elmer Edwards (trompeta).

El saxofonista alto Lex van Spall y el baterista Bobby 't Sas actuaron junto a "The Chocolate Kiddies" en Holanda a principios de la década de 1930. Contaron como artistas invitados Johnny Dunn, trompetista estadounidense, y el trombonista Jake Green.


La actitud de la Unión Soviética respecto al jazz se endureció después de que el escritor e ideólogo socialista Máximo Gorky publicara su obra "La música de lo bruto" en 1928. Gorki no fue el único, y el coro de voces en contra del jazz alcanzaría su punto álgido con la creación en 1929 de Asociación Rusa de Músicos Proletarios, que tomaría el control de la producción musical en la URSS, bloqueando el desarrollo del jazz autóctono.

—En España, estuvo prohibido en la radio una década, tachado de enemigo pernicioso, lascivo y pecaminoso. —Atamante elevó los brazos al cielo imitando un aspaviento de mojigato.

—¿Lascivo y pecaminoso? —Eliana ensayó una mueca de desconcierto.

—¿No escribió Gorki que el jazz era una música que parecía tocada por una «orquesta de maníacos sexuales, dirigida por un semental manejando su falo enorme»? —José se adelantó con la única frase que conocía del escritor ruso.

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Adolph Ignatievich Rosner, conocido como Eddie Rosner (1910-1976), representa como nadie las vicisitudes por las que atravesaron los músicos de jazz en la Unión Soviética. 
Nacido en Berlín, de familia judía polaca,  fue apodado el «Louis Armstrong blanco». 
En la década de 1930 se unió a los Syncopators, actuando en un barco de vapor que viajaba entre Hamburgo y Nueva York.

Huyendo de los nazis, estuvo primero en Polonia y después en Bielorrusia, donde fundó una gran banda.​ 

En 1938 llegó a París con su propia banda, donde dio un concierto de jazz en la Salle Pleyel, donde se realizaron varias grabaciones. Aquí se incluye el tema "Midnite in Harlem", con arreglos de Fud Candrix, que también actuó como saxo tenor.

Al ser Bielorrusia absorbida por la URSS, su banda realizó una gira durante la Segunda Guerra Mundial, con la aprobación de Stalin, para entretener a las tropas y miembros del partido.



Después de la guerra, cayó en desgracia con Stalin, que veía su popularidad como una amenaza, y fue arrestado en la ciudad de Lvov en Ucrania cuando intentaba cruzar la frontera con su familia. Acusado de conspiración e insulto a la patria, fue enviado a un gulag. El líder del campo, que había escuchado y disfrutado la música de Rosner, le permitió formar una banda para entretener a  guardias y prisioneros. Rosner fue liberado en 1954, más de un año después de la muerte de Stalin. 




Al salir, fundó y dirigió una nueva big band que realizó una gira por la Unión Soviética y realizó varias grabaciones desde 1954 hasta 1971. En ese momento, Rosner, que padecía problemas de salud y sentía que el final estaba cerca, solicitó permiso para volver a Berlín, concediéndoselo en 1973. Allí no le llegaron los derechos de autor generados en la Unión Soviética y murió en la pobreza tres años después.


Un cartel de la Alemania nazi define el jazz como "música degenerada", en el que aparece un músico negro tocando el saxofón y con una estrella de David en la solapa.

Leonid Osipovich Utyosov (1895-1982), fotograma de la película "Chicos divertidos", 1934. Cantante, director de orquesta, animador y actor, nacido en Odessa, de familia judía. Primer artista de variedades en recibir el premio "Artista del Pueblo de la URSS", en 1965. En la década de 1920 fundó una de las primeras bandas de jazz soviéticas en Leningrado y montó un espectáculo de jazz salpicado de monólogos. En 1928, realizó una gira por Europa y asistió a actuaciones de bandas de jazz estadounidenses en París, lo que influyó en su propio estilo. Durante la década de 1930, su popularidad fue en aumento, llenando los teatros de Leningrado con su banda "Thea-Jazz" (acrónimo de Jazz Teatral), combinando el jazz estadounidense con otros estilos, como el tango argentino, la chanson francesa, la danza alegre y la música folclórica rusa.

Cartel de la película "Chicos graciosos", primera comedia musical rodada en la URSS (1934). La película se considera un clásico de la comedia soviética, La primera de una serie de comedias musicales dirigidas por Grigory Alexandrov y el compositor Isaac Dunaevsky. Utyosov coprotagonizó la película con Lyubov Orlova, una de las estrellas de los años 30 y 40.

Escena de la película "Chicos graciosos" (1934)

Discurso en el frente de Utyosov, 1942. Durante la Segunda Guerra Mundial, Utyosov actuó en el frente, ayudando a levantar el ánimo de los soldados soviéticos que luchaban contra los nazis. El día de la victoria, actuó en la plaza Sverdlov de Moscú.

"Hoy estas tocando jazz, mañana tu patria venderás", titular de prensa. Utyosov no se libró de la persecución del jazz y escribió en sus memorias: “Ah, jazz, jazz, mi amor, mi triunfo y mi calvario... Estaba preocupado, atormentado y traté de defenderme, de defender el jazz, el trabajo de mi vida...". Después de la Segunda Guerra Mundial, se vio obligado a cambiar el nombre de su banda, de "Orquesta de Jazz Utyosov" a "Orquesta Popular de Rusia Soviética"; tuvo que reemplazar los saxofones por flautas y clarinetes; y eliminó del repertorio todas las obras con el más mínimo indicio de música estadounidense. 

Grabación en Leningrado del clásico "Merry Walk" a cargo da Orquestra de Jazz de Leonid Utesov, 1956. Solo después de la muerte de Stalin Utyosov a veces permitió que la orquesta interpretara un foxtrot, que se llamaba "La canción de los desempleados estadounidenses". Cuando se escuchó esta música rítmica en la sala, la audiencia enfervorizada gritó y pidió repetir la canción tres veces.

—En la época de Stalin prohibieron notas, ritmos y acordes de jazz, y a mis colegas rusos les confiscaron sus saxofones —apuntó Acosta, tratando de calmar a Eliana—. Sin embargo, a principios de los sesenta, la URSS empezó a liberalizar la música y el sello discográfico estatal llegó a editar un disco de jazz.

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Los amantes de la música rusos no se desanimaron, a pesar de las prohibiciones y de las amenazas de cárcel, y clandestinamente estuvieron grabando la música censurada en viejas radiografías mediante un torno de grabación, desde 1940 a 1960. Los huesos de las manos, costillas y cráneos vistas a contraluz, ocultaban los microsurcos que producían la magia de poder escuchar la música prohibida en un tocadiscos. Por eso, a este tipo de discos se les llamó "Bone Music". No duraban mucho, se podían contar con las manos el número de veces que podían oírse, y la calidad del sonido era horrible, pero aquello significaba un acto de rebeldía que calmaba sus ansias de libertad.

Aquí se reproducen extractos del documental X-Ray Audio Bone Music. Contiene testimonios de quienes hicieron posible esta Bone Music. En el Leningrado de la Guerra Fría, donde el estado controlaba férreamente la industria discográfica, los amantes de la música descubrieron este ingenioso medio de reproducción. Estas radiografías, que se vendían clandestinamente, dieron a una generación de jóvenes soviéticos acceso a la música occidental y rusa prohibida. El documental ofrece una visión evocadora de una de las historias más insólitas del siglo XX. Producida por The Vinyl Factory y Antique Beat, sobre una idea de Stephen Coates y Paul Heartfield. Para más información y ver el documental completo:
https://thevinylfactory.com/films/x-ray-audio-soviet-bootleg-records-documentary

Benny Goodman y su orquesta actuando en la URSS, 1962. Primera visita de un músico norteamericano de jazz a la Unión Soviética después de la Segunda Guerra Mundial.
Khrushchev asiste a la Embajada de EE.UU. para dar la bienvenida a Benny Goodman, 1962.
Benny Goodman deleita a un grupo de jóvenes en la Plaza Roja de Moscú.

Benny Goodman con el Rey tailandés Bhumibol Adulyadej en 1957.

 Dizzy Gillespie, acompañado por la cantante Dottie Salters y la trombonista Melba Liston, toca para las serpientes en Pakistán, 1956. Gillespie fue el primer músico en hacer este tipo de giras.

Dizzy Gillespie con el músico local Nikica Kalogjera en Yugoslavia, 1956. 

Concierto de Gillespie en Atenas, 1956. Poco antes, los estudiantes habían apedreado la embajada americana. Después de escuchar a Gillespie, quedaron cautivados por su jazz, lo sacaron en hombros y lo llevaron por las calles.



Louis Armstrong en El Cairo, 1961, acompañado por su esposa Lucille.

Duke Ellington con el Presidente senegalés Leopold Sedar Senghor en 1966 en el
Primer Festival de las Artes Negras en Dakar.

La visita de Benny Goodman a la URSS, varios meses antes de la crisis de los misiles de Cuba, se enmarcó dentro de una iniciativa de política exterior del gobierno de Eisenhower, conocida como la Diplomacia del Jazz. Entre 1956 y 1968, varios músicos de jazz de la talla de Duke Ellington, Louis Armstrong, Dizzy Gillespie o el propio Benny Goodman celebraron más de un centenar de conciertos de carácter propagandístico por diferentes partes del mundo.

Nacida en un momento en el que las tensiones raciales eran críticas, poniendo en duda la eficacia de la democracia norteamericana para garantizar los derechos de sus ciudadanos negros, esta iniciativa se planteó, paradójicamente, para demostrar que el jazz, símbolo de libertad entre los afroamericanos, podía representar a toda la nación. Hay que recordar que en medio de estas giras se produjo la gran manifestación en Washington en contra del racismo, en la que Martin Luther King Jr. pronunció su famoso discurso “I have a dream”.

Louis Armstrong, uno de los principales luchadores por los derechos de los afroamericanos, se negó  a formar parte de esta estrategia. No obstante, el hecho de que Eisenhower hubiera enviado tropas  para hacer cumplir la ordenanza de la corte que permitía la integración racial en las escuelas, hizo que cambiara su postura.

Ellington, firme defensor de la democracia norteamericana, cuando  fue interrogado en India por el atentado del Ku Klux Klan en una iglesia baptista de Birmingham, donde murieron 4 niñas afroamericanas, remarcó la libertad de prensa de su país y señaló que si hubiera ocurrido en otros países la noticia difícilmente hubiera salido en los medios de comunicación.

Trailer del documental The Jazz Ambassadors. El movimiento de la Guerra Fría y los Derechos Civiles chocan en esta historia de música, diplomacia y racismo. En 1955, cuando la propaganda generalizada de la Unión Soviética sobre el racismo estadounidense se extendía por todo el mundo, el congresista afroamericano Adam Clayton Powell, Jr. convenció al  presidente Eisenhower de que el jazz era la mejor manera de intervenir en el conflicto cultural de la Guerra Fría. Durante la siguiente década, los artistas de jazz más influyentes de Estados Unidos, incluidos Dizzy Gillespie, Louis Armstrong, Duke Ellington, Benny Goodman y Dave Brubeck, junto con sus bandas interraciales, viajaron por todo el mundo para actuar como embajadores culturales. Los disturbios internos les obligaron a enfrentar un doloroso dilema moral: ¿Cómo podrían promover la imagen de un Estados Unidos tolerante en el extranjero cuando el país todavía practicaba la segregación y la igualdad racial seguía siendo un sueño? Este documental revela cómo el Departamento de Estado de EEUU, sin saberlo, le dio al floreciente movimiento de derechos civiles una voz importante en el escenario mundial cuando más lo necesitaba.

Una coproducción de THIRTEEN Productions LLC para WNET y Antelope South Limited y Normal Life Pictures, en asociación con la BBC y ZDF, en colaboración con Arte.

https://www.pbs.org/wnet/jazz-ambassadors/2018/03/29/about-the-film/





Extractos del documental The Jazz Ambassadors sobre el papel diplomático de Dizzy Gillespie durante la Guerra Fría.

Don Byas, años 40. En septiembre de 1946, Byas comenzó su "exilio" en Europa para realizar una gira con la big band de Don Redman en Dinamarca, Bélgica, Suiza y Alemania. Fueron la primera big band de jazz civil en recorrer el continente después de la guerra.

En este escenario coincidieron Charlie "Bird" Parker (saxofón), Dizzy "Diz" Gillespie (trompeta, en la imagen), Max Roach (batería), Don Byas (saxofón, en la imagen), "Big Sid Cattlet" (batería), Al Haig (Piano), y Curley Russell (bajo). Aquel día de 1945 nació el nuevo jazz revolucionario conocido como Bebop.
Max Roach, Don Byas, Oscar Pettiford, George Wallington y Dizzy Gillespie, años 40.

La revista Ritmo y Melodía patrocinó las primeras jam-session de la capital.. Portada de la revista de julio de 1947 con la fotografía de Don Byas y una entrevista en su interior. Entre 1947 y 1948, vivió en Barcelona, con temporadas en Madrid. El pianista Tete Montoliu se coló en el Copacabana Club de Barcelona para escuchar a Byas.
Fachada del restaurante Sicilia Molinero, Gran Vía 1, 1935. En la planta baja, donde luego se situó la joyería Grassy, se encontraba el salón de té.

Salón de té Sicilia Molinero, cerca de 1940.

Terraza del restaurante Sicilia Molinero de la carretera de La Coruña, años treinta. Esta escena puede dar idea de la audiencia que se encontró Don Byas en 1948.




Byas no volvió a Estados Unidos hasta 1970, presentándose en el Festival de Jazz de Newport. Aquí aparece con su viejo amigo Dizzy Gillespie.

—Mi padre me contó algo asombroso. A finales de los años cuarenta entró en un elegante salón de té que hay al principio de la Gran Vía y se encontró a Don Byas tocando delante de unas señoronas de alto copete, ajenas al milagro que ocurría en sus narices.

—¡Tremenda figura del saxo! Ha tocado con Charlie Parker y Dizzy Gillespie —exclamó Acosta, maravillado.

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Bernard Hilda y Jenny Morgan en Copacabana (1947). Detrás, a su izquierda, Don Byas sentado con su saxofón.
Tete Montoliu joven.

Luis Rovira y su orquesta en Pasapoga, Madrid (1948).

 Lolita Garrido, acompañada por la orquesta de Luis Rovira, canta un boogie en homenaje a la mítica sala de fiestas madrileña, incluido en la revista Historia de dos mujeres (1947).

Lola Flores, Frank Sinatra, Ava Gardner y otros amigos, diciembre de 1953.

Ambiente de Pasapoga en los años 50.

Cartel anunciando la actuación de Frank Sinatra Jr., años 60.

Disco de Don Byas actuando con las orquestas de Rovira y de Hilda en Barcelona, 1947 y 1948.

Don Byas en Nueva York, 1970

Tete Montoliu, en el programa de Juan Claudio Cifuentes, Jazz entre amigos, agosto de 1986.

En junio de 1947 el empresario Alfredo Matas abrió en Barcelona un lujoso restaurante llamado Copacabana, con música en vivo. Aficionado al jazz, contrató a la orquesta del francés Bernard Hilda, que acababa de reclutar en París a Don Byas. Aunque Hilda seguía un estilo de jazz suave y comercial, permitía a Byas hacer algunos solos de Bebop. Pronto empezaron a organizarse algunas jam-sessions en el restaurante con músicos locales, en las que conoció Tete Montoliu al saxofonista, convirtiéndose en su mentor y enseñándole las claves del Bebop.

En enero de 1948 Don Byas fue contratado por Luis Rovira, director de la orquesta que actuaba en la sala de fiestas Pasapoga, que había abierto sus puertas en 1942 (Gran Vía nº 37, en los bajos del cine Avenida). Es muy probable que Don Byas compaginara ambos trabajos y amenizara las tardes en el salón de té Sicilia Molinero. 

En Pasapoga se bailaba bugui, fox-trot, swing y toda aquella música americana que apenas llegaba a España. Por allí pasaron las mejores cantantes, orquestas, humoristas, bailarinas que pasaban por España. Entre ellos, Frank Sinatra Jr., la orquesta de Tommy Dorsey, Helen Forrest, Sam Donahue o the Pied Pipers; además de las divas del swing local, Mary Merche y Lolita Garrido.

El "Hot Club de Madrid", creado en 1948, organizó frecuentes jam sessions, promovió la edición de revistas y boletines, y produjo varios discos a artistas como George Johnson y Don Byas.


Duke Ellington y su Cotton Club Band tocan Old Man Blues en la película Check and Double Check de Melville Brown (1930).
Langston Hughes, 1933. Uno de los impulsores del Renacimiento de Harlem.


Estando en España como corresponsal de guerra en 1937, con ayuda de Rafael Alberti y Manuel Altolaguirre, Hughes inició la traducción al inglés del Romancero gitano. Al año siguiente se publicó en EE. UU solo el Romance de la guardia civil. En 1951, quince de los dieciocho poemas del libro se editaron en “The Beloit Poetry Champbook" con el título de Gipsy Ballads. Para esta traducción Hughes contó con el asesoramiento del hermano del poeta, Francisco, entonces profesor de Columbia University.
George Gershwin, 1935.
Paul Whiteman y su orquesta, 1921

Aeolian Hall, Manhattan, fotografía de 1923.
Rhapsody in Blue, compuesta por George Gershwin en 1924, combina elementos de música clásica con efectos jazzísticos. Se estrenó ese mismo año en el Aeolian Hall de Nueva York, dirigido por Paul Whiteman y su banda de jazz, con Gershwin al piano. La versión para piano y orquesta sinfónica, arreglada por Ferde Grofé en 1946, se ha convertido en una de las obras más populares de la música clásica de Estados Unidos.


Extractos de Rhapsody in Blue, interpretado por Alessandra Feris (Brasil) al piano, junto a la Orquesta Sinfónica de Heredia dirigida por Eddie Mora, Teatro Nacional de Costa Rica, 14 de diciembre 2019.

—Para algunos, el Cotton Club era una jaula de monos —José claramente quería mortificar a Eliana.

—Eso lo dijo el escritor Langston Hughes —matizó Acosta—, pero en el Cotton Club de los años veinte y treinta se forjaron las bases de la música que se está convirtiendo en el gran referente clásico de Norteamérica, como demostró Gershwin.

—¿No fue Hughes quien tradujo al inglés el Romancero gitano? —preguntó Atamante, sorteando el enfrentamiento de Eliana con José.

—El mismo —contestó Eliana—. Es curioso que no haya constancia de que Lorca y Hughes llegaran a conocerse.

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John Coltrane (1926-1967). Saxofonista y compositor de jazz estadounidense. Inició su carrera dentro del bebop y hard bop, pero no tardó en convertirse en uno de los músicos vanguardistas del free jazz y jazz modal. Dirigió más de cincuenta sesiones de grabación y apareció en muchos álbumes de otros músicos, como Miles Davis y Thelonious Monk. En los últimos años su música adquirió una dimensión espiritual, como en sus álbumes A Love Supreme (1965) y Ascensión (1966). Es uno de los saxofonistas más influyente en la historia de la música.

Extractos del trailer del documental Chasing Trane de John Scheinfeld (2016), un recorrido por la carrera de John Coltrane, con datos biográficos y explicaciones de sus innovaciones musicales, mostrando cómo se entrelazaron ambos. Está narrada por Denzel Washington en primera persona e incluye entrevistas con Wynton Marsalis, Sonny Rollins, Bill Clinton y Cornel West.

"Sheets of sound" fue un término acuñado en 1958 por el crítico de jazz Ira Gitler en las notas del album Soultrane para describir el estilo de improvisación de John Coltrane, que consistían en arpegios de alta velocidad y patrones de escala en rápida sucesión: cientos de notas que van desde los registros más bajos a los más altos, que pueden sonar como glissandos. Coltrane creó este estilo mientras tocaba con Thelonious Monk y lo desarrolló cuando regresó al grupo de Miles Davis.

Nikita Jrushchov, el día que se sacó el zapato y empezó a golpear la mesa de la Asamblea General de la ONU (13.10.1960). La frase referida a Nikita también es del crítico Ira Gitler incluida en las mismas notas.
Russian Lullaby · John Coltrane. Autor: Irving Berlin.

Actuación del cuarteto de John Coltrane en televisión en uno de los episodios de "Jazz Casual", del crítico de Jazz Ralph Gleason. Impressions.

John Coltrane fue canonizado en 1982 por la Iglesia Ortodoxa Africana de San Francisco.

El saxofonista, que no se percató de sus azoramientos, continuó hablándoles de la rabia y fuerza que reflejaba la música de Coltrane; y de cómo destrozaba los límites del jazz tradicional, forzando los chirridos más agudos del saxo tenor y haciendo rugir al saxo soprano hasta extremos tormentosos. Citó a un crítico que, refiriéndose a sus improvisaciones, llenas de arpegios y patrones de escala en sucesión vertiginosa, había comparado la partitura a un rollo de tela ondeando en el aire a medida que se despliega.

—De Russian Lullaby, ese mismo crítico dijo que esta nana mantendría a Nikita Jrushchov despierto y balanceándose la noche entera.

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John Coltrane y su cuarteto tocan Alabama en el programa "Jazz Casual", del crítico de Jazz Ralph Gleason.

Acosta, a quien le gustaba tanto tocar jazz como hablar de su historia, prolongó su discurso sobre el estilo de Coltrane, afirmando que lo había desarrollado mientras tocaba con Thelonious Monk y Miles Davis. «Coltrane dice que, si tocas algo fingido, enseguida te das cuenta de que suena falso; para tocar verdades, hay que vivir auténticamente», y puso como ejemplo Alabama, que había grabado hacía dos años:
—La banda tocó cinco veces la pieza y la última versión fue la que se incluyó en Live at Birdland. Comienza en un tono de profunda tristeza; luego, el batería cambia a un crescendo de timbales y platillos. No dijo de qué se trataba al llegar al estudio, pero se descubrió más tarde que su saxofón seguía la cadencia del elogio que leyó Luther King por las víctimas del atentado que había tenido lugar en Alabama dos meses antes —explicó Acosta en una alocución cargada de fervor.

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Martin Luther King Jr. pronunció su discurso antes del entierro de las víctimas del atentado de Birmingham.

Inicio del discurso de MLK en el funeral por tres de las niñas asesinadas en el atentado de Birmingham (18 de septiembre de 1963)

Primera reacción de MLK ante el asesinato de cuatro niñas el 15 de septiembre de 1963 en Birmingham, Alabama. No habían pasado tres semanas desde la marcha de Washington por el trabajo y la libertad, donde había pronunciado su célebre discurso "I have a dream". Esta vez, visiblemente enojado, pidió a los negros que se involucraran más en la lucha por los derechos civiles y afirmó que la  "apatía y complacencia" de los negros había permitido el asesinato de las cuatro niñas. 

El atentado de la Iglesia Baptista de la Calle 16 en Birmingham, Alabama, ocurrió el domingo 15 de septiembre de 1963. Cuatro miembros del Ku Klux Klan colocaron más de 15 cartuchos de dinamita unidos a un cronómetro en el lado este de la iglesia. En la foto se pueden observar los daños en la su fachada.

Daños en los vehículos y edificios cercanos.

Uno de los cuerpos de las niñas es retirado de la iglesia baptista.

La explosión mató a cuatro niñas e hirió entre 14 y 22 personas más. En la foto, las cuatro niñas que perdieron la vida en el atentado (de izquierda a derecha y de arriba a abajo): Addie Mae Collins (14), Cynthia Wesley (14), Denise McNair (11) y Carole Robertson (14).

La abuela y tía de Denise McNari consuelan a su madre.

Los padres de Carole Robertson en el funeral de su hija, celebrado aparte, un día antes que el del resto, al molestarles los comentarios de Martin Luther King Jr. del día 15.

El 18 de septiembre, se llevó a cabo el funeral de las otras tres niñas. Se estima que 800 clérigos de todas las razas y más de 3000 dolientes asistieron a la ceremonia, incluidos numerosos blancos.

Un manifestante pide a Kennedy que envíe tropas federales, arreste al gobernador Wallace y pare los asesinatos en Birmingham.

Miembros de Congress of Racial Equality y de la Iglesia All Souls marchan en memoria de las víctimas de la iglesia baptista el 22 de septiembre de 1963. El atentado  marcó un punto de inflexión en el movimiento por la igualdad ante la ley de los afroamericanos y contribuyó al apoyo para la aprobación de la Ley de Derechos Civiles de 1964.

Esta vez, José se puso serio, espoleado por su reacción, y desarrolló a trompicones, pero con rigor, su afirmación. El Ku Klux Klan había comenzado, a finales de los años cuarenta, una campaña de terror contra los afroamericanos que intentaban mudarse a los barrios de los blancos; después, la violencia se extendió contra la lucha por los derechos civiles en la ciudad y en el estado, cuyo gobernador, George Wallace, se resistía a eliminar la segregación. Concluyó diciendo:

—¡Hubo cincuenta explosiones en menos de veinte años!

—Esta vez unos tipos de ese clan hicieron estallar unos cuantos cartuchos de dinamita en el sótano de una iglesia baptista, y cuatro niñas negras entre once y catorce años saltaron por los aires destrozadas.

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Paquito D'Rivera (Marianao, La Habana, 1948), músico cubano de jazz, clarinetista y saxofonista alto, tenor y soprano. 

Paquito D’Rivera y su padre, Tito D’Rivera, ambos vestidos con guayaberas y corbatas de lazo. 1951. Hijo del saxofonista y director de orquesta cubano Tito D'Rivera, empezó a estudiar música con cinco años y a los siete ya era un niño prodigio que actuaba en público. 

Primera presentación televisiva de Paquito D’Rivera, junto al trío Gaby, Fofó y Miliki, en un programa patrocinado por Coney Island Park. 1958. Ese mismo año había tocado en el Teatro Nacional de La Habana con gran éxito. 

Descargas en el ICAIC, 1964. De izquierda a derecha: Paquito de Rivera, saxo; Rockinchá, batería; Nicolás Reinoso, saxo; y Leonardo Acosta, fliscorno. (Desmemoriados.com)

Jazz en el cine-teatro Payret en 1963.  De izquierda a derecha: Paquito D’Rivera, saxo; Adolfo Pichardo, piano; Freddy Muguercia, guitarra; Armando Romeu, batería; y Luis Quiñones, contrabajo. (Desmemoriados.com)

 En 1967 fundó junto con el pianista Chucho Valdés la Orquesta Cubana de Música Moderna. La foto es de 1968.


En 1973 fundó con miembros de la Orquesta de Música Moderna y otros tres artistas el grupo Irakere que fusionaba jazz, rock, música tradicional cubana y música clásica creando un estilo que sorprendió en los festivales de Newport y Montreux de 1978. 

Grupo Irakere con Maynard Ferguson (segundo por la izquierda) y Dizzie Gillespie (chaqueta a cuadros). Paquito D'Rivera agachado en el medio y Chucho Valdés, asomándose por detrás de Ferguson. 

Con Irakere recorrió Norteamérica y Europa y fue nominado para varios premios Grammy en 1979 y 1980, de los que ganó el primero en la categoría Best Latin recording.

Concierto de la United Nation Band de Dizzy Gillespie en el Royal Festival Hall de Londres en junio de 1989. Paquito d'Rivera toca el clarinete en "Seresta" y el saxo alto en "Samba". Destacan Slide Hampton es el trombón solista y Claudio Roditi en la trompeta. La grabación del concierto ganó un Grammy.

Atamante, al darse cuenta del impasse, quiso estirar el tema, preguntando si había habido algún Hot Club en Cuba.

—Nosotros lo llamábamos Club Cubano de Jazz. Lo creamos en el cincuenta y ocho un grupo de amigos, la mayoría músicos, con idea de organizar jam sessions con intérpretes norteamericanos. Llegamos a un acuerdo con el propietario de un local pequeño y con el dinero de las entradas pagábamos los gastos de nuestros invitados. La primera se organizó en el Maxim —agregó Acosta, tratando de reducir la tensión creciente entre Eliana y José—. En aquella descarga tocó por primera vez Paquito D'Rivera. Tenía once años. ¡Un verdadero fenómeno!

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Sarah Vaughan, Bebo Valdés y Nat King Cole en Tropicana, 1957. Archivo Jorge Luis Sánchez. (#desmemoriados)
Orquesta del cabaré Sans Souci.
Guillermo Barreto, batería, y Kike Hernández, contrabajo.
Solo de Guillermo Barreto con la orquesta Moderna de A. Romeu, 1967

Bebo Valdés y su orquesta, con Guillermo Barreto a la batería, en el programa de TV «Bar Melódico de Osvaldo Farrés». mediados de los años 50 (Foto: archivo de Rosa Marquetti. #desmemoriados)


Bebo Valdés «El Rey del Batanga». Foto oficial  de la RHC Cadena Azul, realizada por Armand. La Habana, 1952. Archivo de Rosa Marquetti.

Bebo Valdés en un estudio de televisión. La Habana. Años 50. Foto: Rucet.  Archivo de Rosa Marquetti

Con Chocolate Armenteros y Tata Güines, entre otros.  La Habana, años 50. Foto archivo de Rosa Marquetti.

Bebo ensaya con la sección de trompetas de una de sus orquestas.  Alejandro «El Negro»Vivar es el segundo de izquierda a derecha.  La Habana. Años 50. Foto archivo Rosa Marquetti.


El ritmo batanga nació en Tropicana como un experimento de Bebo Valdés, hacia 1949, con una pieza titulada “Fantasía Tropical”. Luego lo convirtió en instrumental y lo renombró “Batanga bailarás”.

 Al término de una sesión de grabación, como aún quedaban algunos minutos disponibles para el disco, Bebo se puso a tocar un riff, a partir del cual improvisó el resto de los músicos, todos del cabaret Tropicana. Al tema lo llamaron "Con poco coco”.
Bebo Valdés toca "Americana", variaciones jazzísticas sobre el Concierto en Fa para piano y Un Americano en París, de Gershwin.

—Eso ya ocurría a principios de los cincuenta —alardeó José—. Tuve la suerte de estar presente la noche en que Sarah Vaughan, su trío y parte de la orquesta del Sans Souci se unieron a Bebo Valdés y Guillermo Barreto en el club Las Vegas y ejecutaron una de las descargas más memorables que yo haya escuchado jamás.

—Pasaban cosas sorprendentes en esos tiempos, Barreto y Valdés estaban en casi todas. Junto a otros músicos de la orquesta, organizaban jam sessions los domingos en Tropicana —siguió Acosta, relajado—, a las que se unían muchos jazzistas extranjeros. 

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