La fuente de las musas III

La orquesta principal estaba dirigida por el respetado compositor Armando Romeu, donde destacaban el pianista Bebo Valdés, el percusionista Guillermo Barreto y el trompeta Chico O’Farrill, que le ayudaban también a hacer los arreglos. En su repertorio abundaban los estándares de Count Basie, Duke Ellington, Les Brown o Stan Kenton, junto a mambos, rumbas y chachachás.

(Duelo entre los baterías Guillermo Barreto y Enrique Plá en 1967. Orquesta Cubana de Música Moderna, dirigida por Armando Romeu. Canal YouTube: Desmemoriados Música Cubana.
https://www.youtube.com/channel/UCHWHfe05NXsKgpvYTo1n-CA)

(Nat King Cole en el escenario del Salón Bajo las Estrellas de Tropicana. Archivo de Rosa Marquetti. Ver http://www.desmemoriados.com/una-habana-para-nat-king-cole/)

En cuanto a los nombres que encabezaban los carteles de Tropicana, doña Gloria, que parecía no haberse perdido ningún estreno, destacó a Nat King Cole, que estuvo tres temporadas...

(En la foto, Carmen Miranda con Olga Guillot en Tropicana, 1950. Fuente: https://www.cubaencuentro.com/layout/set/colorbox/content/view/colorbox/93581/(image)/2)

(Carmen Miranda interpreta Tico Tico no fubá en Copacabana, película de 1947 que protagonizó junto a Groucho Marx)

... Carmen Miranda, Josephine Baker, Pedro Vargas o Lola Flores, del grupo de fuera... 

(Rita Montaner con Bola de Nieve)

(Rita Monatner canta El Manisero, de Moises Simons, acompañada por la Orquesta Orbe. Corte de la película El Romance del Palmar, 1938)

(Desde que Olga Guillot debutara junto a su hermana mayor formando el dúo «Las hermanitas Guillot» en un programa radiofónico, en 1941, su carrera no dejó de dar pasos agigantados y pronto ser reconocida dentro y fuera de Cuba, llegando a grabar 50 álbumes y rodar 16 películas, a lo largo de su vida. Fue una de las primeras mujeres en interpretar boleros y supo revolucionarlo, dejando una impronta que ha señalado el camino a muchos otros. Compartió escenario con Sarah Vaughan, Edith Piaf y Nat King Cole, a quien, según dicen, asesoró sobre la manera de cantar en español cuando éste grabó un disco en Cuba.)

(En 1954, Olga Guillot grabó «Miénteme», de Chamaco Domínguez, una de las canciones en las que más se reconoce su estilo y con la que obtuvo mayor éxito, consiguiendo el Disco de Oro y vendiendo solo en Cuba más de un millón de copias.)

(Olga Guillot canta "Vete" en el cabaret Montmartre, La Habana. Escena de la película mexico-cubana “No me olvides nunca”, de 1956. Benny Moré con su Banda Gigante aparece al fondo) 

Rita Montaner, Bola de Nieve, Miguelito Valdés, Olga Guillot, Omara Portuondo, Elena Burke o Benny Moré, entre los locales. ..

(Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez (Santa Isabel de las Lajas, 24 de agosto de 1919 - La Habana, 19 de febrero de 1963), conocido como Benny Moré, apodado «el Bárbaro del Ritmo»​ y «el Sonero Mayor de Cuba». Dotado de un talento natural prodigioso, sin haber estudiado en el conservatorio, componía y dirigía una gran orquesta. Su voz de tenor, que coloreaba y fraseaba a su antojo, dominaba todos los géneros, destacando en el son montuno, el mambo y el bolero.)

(Benny Moré canta con su orquesta Gigante Cómo Fue, del compositor Ernesto Duarte Brito)

Benny Moré tuvo que prometerle a Fox puntualidad y no beber antes de cada concierto para ser contratado.

(Noticiero ICAIC Latinoamericano - Dirección: Santiago Álvarez. Bola de Nieve reconoce su amor por la Revolución cubana, y canta Chivo que rompe tambó)

Un silencio solemne acompañó la espera del doble alumbramiento: el piano y su voz, la música y la palabra, una suerte de siameses unidos por sus manos y su talento, dos partes de un mismo prodigio que hurgaba en las entrañas de la gente.

Su mano derecha evocaba la fascinación del niño que fue, encaramado a una ventana para escuchar a Liszt y Chopin interpretados por un vecino, en tanto que su mano izquierda tan pronto parecía tañer la piel de los tambores batá, ungidos en ceremonias santeras de su Guanabacoa natal, como desgranaba los toques ancestrales a libertad que se oyeron en los cañaverales, entre compases y armonías de blues y de jazz. Era capaz de moldear las canciones a su antojo y transmitir ironía, amor, tristeza, desgarro, melancolía… y soledad, mucha soledad. Exhibía un fraseo, una dicción y un timbre de voz camaleónicos: desapacible y picarón como el voceo de un pregonero; delicado y manso como el arrullo de una canción de cuna; roto y estremecido como el llanto amargo de un amante atormentado...

―¡Lástima que se haya convertido en un abanderado de la revolución! ―murmuró doña Gloria a Atamante, en cuanto se alejó Bola, haciéndole señas para que no le siguiera la conversación porque allí podría estar escuchando cualquiera.

A Atamante, que había llegado a La Habana por la mañana, le sorprendió aquella manera de coexistir de dos mundos opuestos: la revolución naciente, a la que en aquel momento, final del verano de 1965, le quedaba apenas margen para inventarse a sí misma, una vez cruzado el telón de acero, y el mundo de ayer, deslumbrante y contradictorio. Todavía las admiraciones del pasado pesaban más que las nuevas adhesiones, y al igual que doña Gloria, muchos exhalaban amargos contrapuntos como un susurro.

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Referencias:

http://www.desmemoriados.com/una-habana-para-nat-king-cole/

Canal YouTube: Desmemoriados Música Cubana:  

https://www.youtube.com/channel/UCHWHfe05NXsKgpvYTo1n-CA

Comentarios

  1. Gracias! Adoro a Olga Guillot. Un saludo. Cecilia Labate

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    1. No ha habido una artista como ella, que convierte en virtud su desgarro exagerado y lo aceptamos como algo natural que nos llega muy dentro.

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